viernes, 28 de febrero de 2014

ciudad sin luz

Ciudad sin luz.

Desaliento y sofoco
correr hacia ninguna dirección
perdidos entre retales de nosotros mismos,
en un corta y pega caótico.
Mientras, el circulo se cierra,
entre sus dos extremos,
toda la vida,
la cuerda floja de la casualidad.
¿Cuándo aparecieron tantos nudos?
El límite, se rompe,
las barreras más altas,
las reglas más severas,
una encrucijada a cada paso,
la lucha en cada esquina,
y el sofá frente a la televisión
siempre en vigilia.
Zombis deglutiendo el progreso,
masas de gentío sin razón,
con sus fauces abiertas devorando,
una religión de tarjetas y consumo.
Adoramos el trabajo sin sentido,
rebajando dignidad por responsabilidad,
aturdiendo alma y neuronas,
frente a directrices poco humanas.
El círculo se pliega lentamente,
mientras la cuerda anudada se resquebraja,
hasta tener frente a frente
la cara contra el culo.
Písenos un poco más, ¡por favor!
todavía no vemos el barro con suficiente claridad.
Un crédito más avalando nuestra ruina,
una sinagoga en el cielo de las cuentas corrientes,
quizás en otra vida tengamos más suerte,
quizás en otro lugar,
quizás cuando halla tiempo,
quizás cuando las facturas vaticinen su fecha,
pronosticadas cuan Nostradamus,
desenlazando el quebranto de todas las cuerdas,
que nos unen al mundo moderno.

By. Zock









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