jueves, 25 de abril de 2013

Furia...

Furia...

La ciudad en su matutino apogeo me esperaba,
no importa si tú calma era otra distinta,
si tus ritmos personales no eran lo que se esperaba,
la urbe tiene su propio alma característica,
el tráfico agobia en su ajuar de necesidades,
elementos divergentes individuales,
tienen el afán de en su azar encontrarse,
nada es personal siempre viene de otra parte,
vi en sus ojos angustiados el demonio incontrolado,
querían en su ser solo revocar el daño,
nada en su esencia fue intencionado,
casi en un giro de dos nos habíamos chocado,
no hubo importancia en el hecho pues no pasó nada,
pero una fiera despierta en su interior amenazaba,
ira, descontrol, amenaza de derrame de sangre,
me adelanta acelerado frenándome en mitad de la calle,
se quita el cinturón como si fueran unos correajes,
habré su puerta, sale apresurado y yo intentando aplacarle,
nada funciona en la selva de humanos animales,
un puñetazo en el vidrio que no rompe,
desgastando el impulso de querer matarme,
no me pongo violento lo que se esperaba,
sus voces insultantes me comen,
no hay enfrentamiento de forma macabra,
se relaja mira a su alrededor y se larga,
no lo tengo en cuenta pero estresa,
la gente esta peor de lo que se sienten presa.
No alimentemos a la jauría de miedo,
acariciar el lomo herido de corderos convertidos en lobos,
no mover más la rueda del agobio,
alguien ha de dar la mano para salir del escombro...

zoca... en el cambio...

No hay comentarios:

Publicar un comentario