Relevos generacionales

Todo sigue pese a las retenciones y atascos mentales de esta ciudad de Madrid. La única diferencia es la banda sonora que le pones a la necesidad de escapar de este constante ir y venir por sus calles cementadas. 
La vida nocturna de un agosto adentrado  en julio, se asienta sobre el madrileño barrio de Vallekas apoyado en las típicas sillas de tercer culo afincadas sobre sus aceras. Porque en este año de 2015 la gente sigue siendo un reflejo de los finales del año pasado con la única variación de que nos vamos haciendo más viejos. Los mismos garitos abarrotados de las mismas gentes con estética ya menos alternativa pero si identificativa de una actitud de barrio, comprometidos con sus ideales, la cooperatividad entre colectivos y sobre todo mucha cerveza. Al final esto es como un pueblo muy grande donde la diversidad de sus gentes hace la diferencia con el resto de los barrios colindantes.
 Aquí por suerte se siguen haciendo cosas, pegados a 3 miseros días de la fiesta mas grande que tenemos en este barrio, se nota el movimiento de los preparativos que ocasiona tal despliegue de medios para la batalla naval. Bukaneros, karmeleros, cofradías, trajes de baño y mucho calor... por favor... para remojarnos este domingo. Y es que parece estar de moda formar tú propio colectivo, debido a esta crisis y a la falta de trabajo los jóvenes y no tan jóvenes se juntan para okupar los múltiples espacios abandonados que se quedaron huérfanos por esta especulación tan agresiva e incoherente, con un proyecto común, tener otras alternativas sociales diferentes al suicidio colectivo y marginación impuesta por las multinacionales. Iniciativas como huertos urbanos, talleres para aprender todo tipo de cosas, evitar desahucios... En si, pese a las etiquetas que nos gusta poner a todas las cosas para sentirnos tranquilos en nuestros círculos de tranquilidad se va creando conciencia y son las nuevas generaciones las que van cogiendo el relevo para que esto continúe.

Zoca... Relevos generacionales...